sábado, 3 de octubre de 2009

LA FALTOSA IMAGINACIÓN

Hay días como hoy, en el cual me siento realmente inspirado, con esas ganas insaciables de escribir, sólo sentir y escribir.

Cuando estoy así, tomo la primera hoja de papel que encuentre y un lápiz y hago lo que debo de hacer, escribir. Toso eso antes que la imaginación se vaya volando de la cabeza, porque es así, la imaginación siempre me juega una mala pasada, es faltosa, atrevida.

Por unos minutos me encuentro escribiendo y escribiendo sin parar, desesperado, como un loco, hasta que bom.. de la nada se pierde, se va, es que es así, a todos nos pasa en algún momento - o casi siempre, es mas rápido que uno, si no lo tomas al instante se termina yendo, y nuevamente todo vuelve a cero, mente en blanco.

Esta imaginación mía es tan cruel, tan cruda y tan hipócrita; me maltrata, me humilla, es diabólica, despiadada, despreciable, asesina, malévola e indecente. Raras veces es sencilla o humanitaria, simplemente es perfecta que me permite vivir todas la vidas que no puedo vivir. 

martes, 29 de septiembre de 2009

UNA SIMPLE HISTORIA

Se vistió con la camisa nueva que su mami le compró una noche antes. Se puso las zapatillas que más le gustaba y los pantalones jeans que mejor le quedaba. Presentía que ese iba a ser un día distinto, muy diferente a los otros días.


A cada compañero saludaba con besos y abrazos, sin distinción, sin roche. Quizás ese día se sentía igual que todos, se canso de ser el charapa pituco estudiante de lengua y literatura en la UNAP y no en la Católica, ya no quería ser el compañero atorrante que sacó gratuidad en una, pagando a algunos de esos profesores vendidos que hay en mi universidad; ese día, se canso de ser el choteador del grupo, el único que decide quien entra a su circulo de amigos y quien se queda con las ganas de estar en alguna de las trancas que organizaba en su casa, cuando su mami estaba de guardia en el hospital, junto a sus amigos borrachosos.



Entró al salón, se sentó en la misma carpeta de siempre y escucho toda la clase muy atento, sin interrumpir, sin figuretear. Yo, desde una esquina me puse a contemplarle, observaba su pose fingida, sus actos de disciplina muy extraños; como buen amigo de años suyo, me acerque y le pregunte, que es lo que le pasa, y como era de esperar, no le ocurría nada, más que una sola cosa, en unas semanas saldríamos de vacaciones y después del fin de semestre se tomaría unas vacaciones fuera del Perú, porque ya estaba arto de viajar a los mismos lugares de siempre dentro del país. A donde iría? No lo se y nunca lo sabré.



Fuimos en mancha a comer empanadas allá en la quinta cuadra de la pevas en la vereda del FACEN, el se ofreció en pagar todo, ósea que nos podíamos comer todas las empanadas que queríamos y tomarnos todas las jarras de chicha de maíz morado de sobre, que él correría con los gastos. En eso, se aparece un amigo a hacernos una propuesta, a hablarnos sobre una campaña que el ministerio de salud esta promoviendo, para controlar el VIH en nuestra ciudad, nos ofreció en hacernos gratis la prueba de ELISA. Como ese día Víctor mi amigo, estaba tan humanitario, sin pensarlo demasiado, acepto la propuesta, yo, como buen amigo me apunte solamente por hacerle compañía; al final de todo el machón de compañeros solo fuimos cuatro para hacernos dicho examen.


Los cuatro nos quedamos sorprendidos cuando vimos el lugar donde nos íbamos a hacer la prueba, yo – para ser les sincero – me imaginaba una clínica, o aunque sea en el hospital regional, pero no, era en la posta SAN ANTONIO, una posta, yo empecé a dudar, a sentir temor, a imaginarme cosas, quizás el laboratorista en un descuido cambia mi sangre y por equivocación me dan los resultados de otra persona, me cagan la vida. Víctor era el más interesado, me lleno de confianza y después de tanto pensarlo, solo nos hicimos la prueba Víctor y yo, mis otros dos compañeros, desaparecieron, no pudieron con su miedo.


Los resultados nos lo entregaron en una hora, fue una prueba rápida, subimos los dos donde el doctor, pero pasamos solos cada uno, yo entre primero, me senté frente al medico, y comencé a temblar, uno nunca sabe como esta por dentro, empieza a crear situaciones de riesgos, mientras el medico abría el sobre que estaba sellado, engrapado, mi imaginación volaba a mil por horas, vi toda mi vida en segundos, me estaba ahogando – felicitaciones señor Carlos, no tienes ninguna infección sexual y menos eres portador del VIH. Mi alma regreso a mi cuerpo, nací nuevamente, sentí que volví a ser casto, niño por segunda vez.


Salí del consultorio y abrase fuerte a mi amigo Víctor, le agradecí por darme la confianza y hacerme la prueba, sin él, no lo hubiese hecho, sin él, en estos momentos estaría dudando de mi.
Le tocó entrar a él al consultorio del médico. Pasaron muchos minutos, y ya me estaba preocupando por el, temía lo peor, deseaba que saliera negativo NO REACTIVO, y que disfrutara como se siente nacer de nuevo. Cuando al fin salió, me abrazó muy fuerte también, más fuerte que el abrazo que yo le di, y me dijo: salió negativo.


Lo felicite enormemente. Salimos felices de la posta – si, de la posta – y cada quien se fue para su casa.



Dormí satisfecho desde las dos de la tarde hasta las siete de la noche, dormí como un bebe, feliz, como un cristiano bautizado en las aguas de algún río. Al despertarme, lo primero que hice fue llamar a Víctor; el teléfono sonó y sonó tantas veces como las veces que le marque hasta al celular, pero nunca me contesto. Suponía que estaba festejando de la vida, pero esta vez cuidándose de todo y de todos, suponía que estaba con su enamorada, contándole que se hiso la prueba y salió negativo. Lo deje en paz, lo deje ser feliz y lo deje de marcar.
Al día siguiente, como todos los días, fuimos a clases a las seis de la mañana, y Víctor no llegaba, tanto festeja? Me preguntaba. A las nueve de la mañana cuando entra el profesor Edison Bruño del curso de castellano, nos da la mala noticia.


Víctor, se colgó de una columna de su casa en su cuarto, y que a esta hora, su cuerpo esta en la morgue.


Todo el salón quedo en silencio, nos miramos las caras sin poder hacer nada, estábamos impotentes, yo más. Nadie, absolutamente nadie sabía el porque de su decisión.
Fuimos al velorio. Ahí estaba su mamá, sufriendo, desesperada. A escondidas, subí hasta su cuarto en el segundo piso de su casa, busqué entre sus cosas, algo, no sabia que, pero necesitaba algo que me de pistas para saber porqué se mato mi amigo. Busqué en lo ya rebuscado por la policía, pero yo sabia que algo iba a encontrar. Me senté sobre su cama, y me acordé de uno de sus mejores escondites de Víctor, que solo lo conocíamos él y yo. Me paré sobre una silla, para poder llegar arriba del closet, y como era obvio, encontré una carta con su nombre, la carta no tenia nada para mí, solo la prueba de ELISA que nos hicimos el día anterior, y efectivamente, Víctor me mintió, la prueba arrojó positivo “REACTIVO”.





Lo entendí todo al fin, eso fue su mayor motivo. Más que su soledad, más que todos los líos que tuvo y que pudo superar de la infancia.




Nuestra vida puede cambiar en minutos, a mi amigo Víctor solo le basto unOS 60 de ellos, para que su vida terminarA, para el.

C D 4

  La primera vez que le presté importancia a las células CD4, fue a los 17 años cuando me diagnosticaron el VIH. Desde entonces y hasta...